El ser malo es inherente al ser, pero en la cultura, tanto Eros (amor) y Thanatos (muerte) coexisten. El problema es que la moral domina esas variables y gracias a eso hay orden. La moral se instala en la cultura y lo triste y degradante es que los valores, la ética, el esfuerzo y la meritocracia son meros recuerdos de una sociedad que solía apoderarse de cada uno de ellos y hacerlos bandera pero que ahora se han perdido en estos años y va en decadencia.
“Homo homini lupus” es una locución latina de uso actual que significa “el hombre es el lobo del hombre” o “el hombre es un lobo para el hombre”. Se cita con frecuencia cuando se hace referencia al origen individual, egoísta y violento del hombre o mujer. Es indistinto. Igualdad es igualdad tanto para lo bueno como para lo malo.
El Filósofo Thomas Hobbes planteó que para que los hombres puedan vivir juntos sin caer en la anarquía y la guerra, es necesario un Estado fuerte y autoritario. Para lograr esto es imprescindible establecer una relación de soberanos y súbditos entre los hombres y mujeres que vivan en comunidad.
El monopolio del poder político garantiza la supervivencia de la comunidad, para lo cual es necesario que todo aspecto de la vida se encuentre en manos del soberano. Para lograr esta unidad del poder y la centralidad del mismo es necesaria la generación de desigualdades, eliminando las igualdades originales que existen entre los hombres y mujeres en el estado de naturaleza. De acuerdo a sus postulados, de la igualdad brota la desconfianza y a partir de ella el estado de guerra entre individuos.
Al no haber una autoridad central, cada uno tiene derecho a la propia conservación. Y para esto puede utilizar cualquier medio. Dado que existe un estado de igualdad entre los hombres y mujeres todos son enemigos potenciales. De la condición de igualdad brota la desconfianza y de esta la guerra. Atacar primero siempre es la mejor opción para la autoconservación. Por esto es que señala que el hombre es “lobo” para el hombre y la mujer es “loba” para la mujer.
Argentina, esa potencia mundial que supo ser quedó atascada. Anacrónica y enferma de muerte. Atrás quedaron los años mozos y los modelos europeos que tanto hacían deleitar a tangueros y amantes del jazz. El teatro era religión, al igual que la educación y los buenos modales. La sociedad toda percibía a los Borges, a los Cortázar, como así también a la prosperidad latente y presente. Pero un día algo empezó a cambiar y desde “la Paris” latinoamericana se empezó a escuchar a los actores trágicos que repetían a coro: “Recuerden que sus vidas pueden ser peor”. Puede ser efectivamente trágica si avanza el modelo populista.
La tragedia nos enseña lo que no debiera suceder. Se trata de escuchar, de ver, y de aprender del teatro expuesto y profundo de la vida.
No es sencillo. Somos de pronto adictos a los errores. Hace más de 70 años que venimos cometiendo una y otra vez las mismas equivocaciones. La sociedad argentina pasó de ser iluminada y brillante a convivir en la caverna, la cual es ni más ni menos que la oscuridad de la ignorancia.
“La Republica comenzaba su largo camino, de fracaso en fracaso, hasta culminar pocas veces en éxitos frágiles. Con respecto a todos los Estados actuales están, sin excepción, mal gobernados; en efecto, lo referente a su legislación no tiene remedio sin una extraordinaria reforma”, comentó un tal Platón tras volver a Siracusa; lugar del cual había sido expulsado y que tras ese comentario sería nuevamente expulsado.
Homo hominis lupus. De un mundo a otro y de un tiempo a otro; en ciertas provincias feudales no existe la República. Cuando los romanos tomaron Taorina convirtieron el anfiteatro en circo. Instalaron vallas para que la sangre de los gladiadores no salpique a la excitada plebe. En Argentina somos espectadores de la sangre. La sangre irredenta de Cecilia Strykowski que fue asesinada en el Chaco por la corrupción establecida por el Gobernador y sus plebeyos, admiradores de Milagros Sala y la revolución Guevarista. ¿No se dan cuenta que atrasan 70 años? Es perverso. Me retracto, es peor que perverso. Es volver a los tiempos de la exclavitud las practicas llevadas a cabo por el Peronismo chaqueño que le ofrecen casa y trabajo precario a cambio de obedecer a TODO lo que el caudillo les diga para no ser desterrados como le sucedió a platón siglos atrás. Los mafiosos rentados por los caudillos que operan con violencia contra toda disidencia rondan la muerte, juegan con la vida de los demás. O desaparecen personas. ¿Dónde están los docentes militantes que pasaban lista nombrando a Santiago Maldonado? ¿Dónde andan los colectivos feministas? ¿Dónde están los dueños de los derechos humanos? ¿Será que encubren y se convierten en cómplices amparados en las oscuras cavernas de un poder sombrío?
El clan Sena y Capitanich está complicado, pero peor está Cecilia y su familia. ¿Habrá justicia?
Es arriesgado, quizá caprichoso o arbitrario comparar dos mundos y dos tiempos. Pero la política comparada permite y a veces propia éstos juegos de pensamiento. Entre el saber y el fanatismo del idiotismo moral, triunfa la incultura, y esas devociones irracionales.
Entre las enseñanzas del pasado, y la cerrazón a todo lo aprendido, prevalecen esos muros que cierran el acceso a todas las lecciones de la historia que se repite una y otra vez y de la cual parece no hubiera escapatoria.
Entre el teatro de la vida que funciona como catarsis y pedagogía, triunfa de pronto el circo, y brota la sangre.
El Chaco, Formosa, Santa Cruz, San Luis, La Rioja, Buenos Aires, Misiones son las provincias menos platónicas de los mundos posibles. Perdón, me atrevería a decir que la Argentina es el menos platónico de los mundos posibles.
No nos desesperemos. Aún no hay un plan maquiavélico más. Sergio Massa será el candidato a presidente de Unión por la Patria, que tendrá lista de unidad. Estará acompañado del jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Duró poco la aventura de Eduaro “Wado” de Pedro y Manzur, como así también la dura postura de Scioli.
Ahora que lo pienso, ¿no es un poco facho es nombre Unión por la Patria? Tal vez sea yo, pero se me hace a algo parecido a la época de la Alianza Anticomunista Argentina, la inolvidable Triple A, el peronismo no creaba una ONG con un nombre tan facho como el que acaban de presentar.
En realidad, Unión por la Patria es el clásico nombre de partido político que, de haber podido, hubieran fundado Videla, Massera y todos los indultados por el gobierno peronista del que formaron parte Néstor, Cristina, Alberto, Parrilli y tantos otros (siempre es lindo recordarlo). Es importante hacer memoria y rescatar estos datos de la historia para que las nuevas generaciones sepan lo que hicieron nuestros actuales dirigentes del campo nacional y popular cuando fueron abducidos por los extraterrestres y convencidos de hacer cosas raras. Luego se les borró de la cabeza, como suele sucederle a todos los abducidos.
Si lo olemos bien, el nuevo nombre también tiene un perfumito montonero. En el fondo, hay una historia en común. Los líderes de aquella otra ONG peronista, como Firmenich, Galimberti o Abal Medina provenían de la ultraderecha católica de los años 60. Muchos eran tacuaras, algunos eran neonazis y todos hubieran calificado en un casting para una película de la Segunda Guerra como extras de las juventudes hitlerianas, pilotos de la Luftwaffe, etc. Era gente que se dedicaba a patear judíos por la calle hasta que un día se dieron cuenta de que era mucho mejor negocio ir a correrlo a Perón con el cuento de la Patria socialista y así fundaron Montoneros.
Homo hominis lupus … no hay esperanza, solo agarrense al país como puedan.
Hernán Leonel